22 abr 2012

 La aceptación: 
"Recuerdo ineluctable el tuyo"
y sin saber que decirte,
oí tu pasado...


El pensar:
Eres tan hermosa,
constituyes esta dicha y plenitud que me hace ser;
 verte, con estos ojos de enamorado...
soñarte a cada noche y desearte lo mejor de la vida con cada sol que nos ilumina,
Pues bien sé, que te amo.


El habla:
Amor, quiero que voltees a tu alrededor,
(donde estás conmigo)
y me digas;
 ¿si es que eres feliz a mi lado?...


_Suelta el tenedor,  y coloca una mano sobre la otra, 
"ambas, sobre la mesa".
Sé que no le gusta el color del restaurante
(porque le recuerda el pasado)
"me lo dijo al entrar",
 sin embargo no quiso ser grosera
 y decidió que nos quedáramos ahí.


"Esa noche; 
la lluvia se escurría del otro lado de la fría ventana".


Veo su cuello girar despacio; sus ojos, escrutar en varias direcciones... donde hace pausas continuas.
Voltea "hacia un lado", hacia el otro, (en silencio)...
Su cabello negro,
 pasa mágicamente sobre sus hombros desnudos; y la luz, se resbala sobre el.
 Esa noche, "solo esa",
 utilizó un vestido que muy seguramente extrañara su pálida piel...

"Pero alcanzará, a robarle su aroma". 




Ella sonríe:
Sus labios pintados de rojo,
me observa con su cara blanca.
Sus ojos grandes.
Sus manos; pequeñas y
tan ligeras, me dan la sensación de no tenerlas cuando las tomo.
(pero se que están ahí)
y debo cuidar de ese ser frágil que eres tú.


Hoy, tus manos sobre las mías, "sobre la mesa"
 esperan una respuesta.
Llegará a mi alma, antes que tus palabras,
porque nuestro amor, es trascendental.


Amor Mio,
_dice....


("Y aquí una pausa")




La Voz:
Irrefutable, como aquel amor de lejanía
cual cabalga bajo el ardid imperioso que le acusa,
bien le reconoce y titila al saberle
Es esa promesa, cual viste esperanza...


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