( Martes / 28 / 10 / 2003 )
Ya estoy más jodido.
Hace un rato estaba con Daniel y Luis, ellos han partido ya...me dejaron a dos cuadras de casa (como siempre) Intento convencerlos sobre hacer un negocio Lícito, una vez que hayamos conseguido el capital suficiente para ello ¿Pero que negocio podemos que nos guste a los tres?... Daniel esta mucho mas enfocado, ya tiene lo suyo y gana bien con la renta de los condominios, sinceramente no sé a donde quiere llegar después de lo hoy ocurrido.
Jugamos baraja en casa de un proveedor de armas, allá por la zona de la presa, Luis "por medio de su hermano"había conseguido el conecte. No hubo confianza desde el principio que lo mencionó pues Luis se mostró bastante dudoso al hablar de el y muy insistente en lo acompañásemos. (Obvio no iría solo) Por su parte Daniel insistió en que fuéramos armados y nos puso a limpiar las pistolas... "Me considero mas sanguinario como para estar usando pistolitas" -Le digo..... me gustan más las armas blancas, destazar, hacer sufrir, soy mas decisivo en ello, es por eso, prefiero no acercarme a esos límites. es mas, ni siquiera me agrada la violencia. En realidad tengo demasiado miedo de caer en esa situación, prefiero amigo mio, -le digo, quedar tirado en un charco de sangre en la calle, a estar horas y horas arrepentido y sufriendo de manera "que no tengo siquiera palabras para expresarlo"
Hubo mucho movimiento dentro de la casa de la presa, "escasamente adornada" vacía y con un eco que nos trajo los lamentos de alguien y los golpes ahogados que le daban.
Luis estuvo sereno al llegar, Daniel entró por su misma insistencia con su arma fajada "a la luz" yo entré con una navaja en la bolsa de atrás, la pistola que Daniel insistió, y el dinero lo guardé como me lo dijo Luis en un lugar donde solo yo supiera (antes de entrar)...
Don Cucho (como le puso Daniel) nos movió de la mesa para llevarnos "según el" a un lugar de mejor atención, Y fuimos al cuarto mismo, ahí, de donde provenían los gritos' ubicado en un segundo piso hacia atrás de la casa, un guey estaba enteipado de pies y manos a su vez "con la boca sellada" era el mismo que se quejaba por los golpes que le atinaban. Ahí se cerró el trato, mas bien se consumió, Don Cucho nos dio pistolas y granadas que solo Daniel entendía, herramienta que parecía a las navajas que van en los espolones de los gallos, fierros, fue lo que alcance a ver pues a mi me mandaron por el dinero, No había nadie mas en la casa, solo Don Cucho, uno que le guardaba, y otro que estaba con el vato amarrado.
Bajé las escaleras y vi dinero más dos paquetes por un lado de la silla donde Don Cucho estaba. 7 veces mas grande el bulto que la cantidad que traíamos...
Lo que te digo, es que no sé donde voy a terminar, pues al volver, tenían ya al chango en una esquina y me toco ver "pues todos estaban atentos a ello" y ni el dinero llamó la atención de nadie, el verdugo tenia un clásico picahielo, le volteó con una mano la cabeza hacia arriba, con ambas rodillas clavadas en el pecho lo sostuvo para con la otra mano meterle el punzón en un ojo.
No sé donde vaya yo a llegar, No sé a donde vaya yo esta noche. No quiero pensar' pero sí, mis memorias no quiero olvidar. No quiero olvidarme nunca desde donde vengo, no quiero olvidar los caminos que recorro y hé recorrido, No quiero volver a ver a Don Cucho, tampoco quiero que él me vea. Hablaré con Luis y Daniel un día después del robo.
Enrique y Edi están planeando algo también, lo sé muy bien, hay mucho movimiento extraño, muchas entradas y salidas constantes, estas a altas horas, hay mucho perico en casa, mucha coca, (y varios de mis amigos están cayendo también)... también en drogas, necesito alejar a estas amistades entre sí, necesito mantenerlas apartadas y esto me ha costado. tal vez, sean de bandos opuestos pero sé que estando yo en medio nada les va a ocurrir.
Iré a caminar, no creo que pueda dormir, con la fiesta de estos cabrones y seguir viendo sangre salir de un ojo me será complicado, ya debería estar acostumbrado, y la verdad es que desconozco el error que habrá cometido el cíclope. Pero si el vato se paso de la linea tal vez hasta yo le hubiese ensartado mi navaja en el restante.
O son ellos, O somos nosotros.
Es muy posible te sea complicado comprender esto. Pero a esto me estoy dedicando ya que caí en la corriente de amistades que verdaderamente aprecio y siempre estaré para ellos.
Te quiero mucho, descansa esta noche.
"De los días de atras"
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